Uno de los secretos del éxito es no permitir que los contratiempos pasajeros nos derroten.

Hoy a sido un mejor día, después de recibir unos truquillos de compañeras de operación me he sentido mucho mejor. Los helados (de hielo) son un truco fantástico, bajan la inflamación y el dolor desaparece. El agua con muchísimo hielo también. A sorbitos esas cosas frías ayudan y además me cabe mejor los pures, porque al tener el estómago más fresquito no tengo tantos ascos. Es cierto que eso es un proceso duro, no es un juego, lo que pasa, por lo menos a mi, es que todo merece la pena, vamos a conseguir nuestro objetivo: Estar sanas y guapísimas.  Además después de la operación hay muchísimos cambios en nuestro organismos y también a nivel hormonal, así que puede ser que nos encontramos tristes y decaídas cuando (como dice Sapy)  debemos estar súper felices porque al fin ha llegado nuestro gran momento.  No os preocupeís que empiezo a verlo todo más luminoso y sobre todo no estoy tan desorientada. Lo único que me sigue preocupando es que no bajo de peso, pero cada cuerpo es un mundo y el mio como siempre, le cuesta adaptarse a los cambios y luego se adapta más de la cuenta. Muchos ánimos a todos los que me leen y muchisimas gracias a las que me escribis.